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6 de agosto de 2013

Vacaciones Península de Yucatán

26 de junio de 2012

Casamento entre o céu e a terra

Hoje nos encontramos numa fase nova na humanidade. Todos estamos regressando à Casa Comum, à Terra: os povos, as sociedades, as culturas e as religiões. Todos trocamos experiências e valores. Todos nos enriquecemos e nos completamos mutuamente. (...)

(...) Vamos rir, chorar e aprender. Aprender especialmente como casar Céu e Terra, vale dizer, como combinar o cotidiano com o surpreendente, a imanência opaca dos dias com a transcendência radiosa do espírito, a vida na plena liberdade com a morte simbolizada como um unir-se com os ancestrais, a felicidade discreta nesse mundo com a grande promessa na eternidade. E, ao final, teremos descoberto mil razões para viver mais e melhor, todos juntos, como uma grande família, na mesma Aldeia Comum, generosa e bela, o planeta Terra.



Leonardo Boff
Casamento entre o céu e a terra. Salamandra, Rio de Janeiro, 2001.pg09

25 de enero de 2011

Sifón del susto

(…) Al llegar a la sala de Las Sombrillas, encontramos a Scott que llevaba unos minutos ahí. Nos contó del sifón que había al final de la sala. Fuimos a verlo con la idea de nadar un poco. Me impresionó que el agua estuviera tan cristalina. Incluso se veían algunos peces. Esteban y yo decidimos entrar al agua. Comenzamos por probar la profundidad. En el punto justo antes de consumirse bajo la roca, el nivel del agua nos tapaba fácilmente, podría tener unos 2 metros.

Siempre con la curiosidad de saber que habría del otro lado, comenzamos a tocar bajo el agua, pero solo podíamos sentir roca sólida. Decidimos darnos la mano para tener un mayor alcance. Primero lo intentó Esteban y luego yo, pero no podíamos ir muy lejos, nos faltaban más brazos. Le pedí a Scarlett –que aún estaba seca y fuera del sifón–, que se sumara a la cadena humana.

Ahora con seis brazos y llenos de curiosidad, el sifón no parecía tan impenetrable. Decidimos que yo bajaría. Por su parte, Scarlett y Esteban se acercarían lo máximo posible a la roca para darme mayor alcance. En caso de algún problema debían sacarme lo antes posible.

Ajusté bien mi casco y activé la lámpara de cabeza en la máxima potencia. Pude ver a Scott, que estaba un par de metros fuera del sifón, preparando la cámara para grabar el momento. Me acerqué al punto de inmersión y tomé la mano de Esteban.

- ¡Suave! ¿Cómo cuanto aguanta usted la respiración para calcular? –me dijo.
- Como un minuto –de todas formas no teníamos como medir el tiempo con precisión.
- OK.

Tomé la bocanada más grande de aire que pude y bajé. Mi primer instinto fue abrir los ojos, pero el agua estaba muy agitada y lejos de ser cristalina como al comienzo. Avancé con los ojos cerrados confiando solo en lo que podía tocar. Habrían pasado ya unos 15 segundos. Pataleé con fuerza siguiendo la pared y me di cuenta que no era recta, sino que tenía una curvatura hacia la derecha, lo que redujo un poco el alcance de nuestra cuerda humana. Intenté subir para sacar la cabeza pero el casco se topó directamente con la roca. Entonces lo intente con mi mano izquierda que estaba libre y pude sentir que salió del agua unos centímetros.

No se en realidad cuantos segundos habían pasado, pero Esteban y Scarlett comenzaron a sacarme. Me dejé llevar hasta la salida. Saqué la cabeza del agua y tomé un poco de aire.

- ¿¡Qué!? ¿Hay algo? –preguntaron.
- Saqué la mano y sentí que hay aire. No se que tanto, porque no pude sacar la cabeza, pero si hay aire. Necesitamos una cuerda.
- …
- ¡Yo tengo una cuerda aquí! – dijo Scott.
Y sacó una cuerda de unos 5M, ¡Justo lo que necesitábamos!
Scarlett, que era la única con arnés en ese momento, se ofreció a amarrarse la cuerda al equipo. Yo tomaría un extremo y así podría llegar más adentro.

Acordamos una señal en caso de necesitar que me sacaran.

- Si tiro dos veces de la cuerda… ¡me sacan rápido!
- OK.

Otra bocanada de aire y me sumergí. Esta vez fui directo hacia la derecha siguiendo la pared. Pasé unos pocos segundos avanzando y calculé, que ya estaba donde había sentido el aire. Comencé a subir despacio –no quería volver a golpear el casco contra la roca–. Nada me impidió esta vez subir hasta la superficie. Abrí los ojos y pude ver por primera vez esta nueva sala. De un tamaño medio y con el agua como piso. Solo unos pequeños bordes de roca la rodean. En ese momento se me pareció bastante a un gran jacuzzi.

No había pasado ni 5 segundos flotando en la sala, cuando noté que el agua debajo de mí se iluminaba. De repente, veo aparecer a Scarlett sujetada a la cuerda que yo aún tenía en la mano. La tomé del brazo y la subí a la superficie.

- ¡Respire! ¡Vea!... la caverna continúa.
- No toco fondo.
- Tranquila, agárrese de mí. –yo estaba sujetado al borde de la sala.

Pasaron algunos segundos mientras admirábamos la sala y entonces… sucedió. Esteban comenzó a jalar con todas sus fuerzas de la cuerda desde el otro lado del sifón. ¡Claro! Llevábamos ya mucho tiempo sin dar la famosa “señal”. Tenía que estar asustado, pero ahora, Scarlett luchaba por agarrarse de mí y evitar que la hundieran. Yo apenas podía sujetarme solo.

- ¡Ska! Agárrese de donde estoy yo. Voy a devolverme para avisar, porque sino Esteban la va a hundir. Agárrese fuerte.
- ¡Vaya que me van a ahogar!
- Ya voy.

Me devolví rápido, pensando en Ska y en la nueva sección de la caverna.
Cuando Esteban vio mi luz aparecer por el fondo del sifón me sacó para respirar.

- Y… ¿Scarlett? ¿Donde está?
- ¡Tranquilo!… no jale más la cuerda, ella está al otro lado, la está hundiendo. La caverna sigue. Esto sale a otra sala. ¡Vamos más bien para que conozcan!

Y fue así, que después de tremendo susto que nos llevamos, todos (Scott Trescott, Scarlett Brenes, Esteban Zárate y Víctor Carvajal) logramos superar el sifón que hasta ese momento permaneció imbatible.

20 de diciembre de 2010

El presente

"Dentro de veinte años, estarás más arrepentido por las cosas que dejaste de hacer que por las que hiciste. Así que olvídate de los límites. Navega lejos del puerto seguro. Aprovecha el viento en tus velas. Explora. Sueña. Descubre".
Mark Twain

17 de agosto de 2010

Problemas del subdesarrollo

Monsieur Dupont te llama inculto,
porque ignoras cuál era el nieto
preferido de Victor Hugo.

Herr Müller se ha puesto a gritar,
porque no sabes el día
(exacto) en que murió Bismark.
Tu amigo Mr. Smith,
inglés o yanqui, yo no lo sé,
se subleva cuando escribes shell.
(Parece que ahorras una ele,
y que además pronuncias chel.)

Bueno ¿y qué?
Cuando te toque a ti,
mándales decir cacarajícara
y que donde está el Aconcagua,
y que quién era Sucre,
y que en qué lugar de este planeta
murió Martí.

Un favor:
que te hablen siempre en español.

Nicolás Guillén

2 de julio de 2010

Frase sabia

"La ciencia y la productividad del trabajo están creciendo con rapidez. Lo que no está creciendo con igual rapidez es la sabiduría. Corremos el peligro de ser un pueblo rico y vulgar."


José Figueres Ferrer, 1973.

11 de junio de 2010

Reinventando la rueda: CompraRed vs MerLink

Parece increíble que la falta de comunicación pueda ser tan costosa, en este caso para el país, hablamos de casi $14 millones. Imagínense todo lo que se podría hacer con ese dinero...

Teniendo el sistema CompraRed en funcionamiento, estos señores del gobierno digital prefieren importar el sistema coreano y adaptarlo a nuestra realidad. Ya se ha demostrado con la historia que estas ideas de copiar lo de afuera no funcionan, los problemas de la casa se arreglan en la propia casa. Con los $13.5 millones que está costando MerLink, se habría podido corregir he implementar todas las nuevas funcionalidades necesarias en CompraRed, y lo más importante, sería un software creado en el país justo a la medida de lo que se necesita.

En este caso, a parte de la falta de comunicación institucional, existe una falta de voluntad política. Como es posible que no se llegue a un acuerdo, sobre que es lo que se necesita y se obligue a todas las instituciones de gobierno a hacerlo de la misma forma. Ahora nos vienen a presentar MerLink como si fuera “la pomada canaria”, que va a venir a resolver todos los problemas; pero sino se agilizan las leyes y procesos de nada nos va a servir ni MerLink, ni CompraRed ni ningún otro.

Por lo leído en los artículos tampoco se les ha consultado a los proveedores que es lo que necesitan del sistema. Se desarrollan módulos que nadie usa o al final no agilizan nada, porque se sigue necesitando los documentos físicos, entonces lo digital del sistema se quedo en puro nombre.

Estos sistemas nacen con el fin de ahorrar y mejorar en todo el proceso de compras. Hoy por hoy tenemos tres o incluso más sistemas que pretenden hacer lo mismo, generando un gigantesco costo en mantenimiento que al final pagamos todos.

Como dirían los abuelos, "nos está saliendo más caro el caldo que los huevos".

3 de junio de 2010

Frase de la semana

"Ahora comprendo el vuelo hermoso de las aves de rapiña... ¡Jamás emigran si al final somos su presa!"